miércoles, 15 de enero de 2014

BIOMECÁNICA DE LA MARCHA (III)

Desplazamientos de la pelvis en los tres planos del espacio:
Rotaciones de la pelvis alrededor de la cabeza femoral en apoyo
Cuando se ha iniciado la marcha, la rotación interna de la pelvis es esencial. La sincronización de los movimientos de los miembros inferiores y de la pelvis da a la marcha su aspecto normal.
Las rotaciones de la pelvis alrededor de cada cadera en carga, alternativamente, varían en función de los hábitos motores del individuo y de la rapidez de marcha. La magnitud de esta rotación está comprendida normalmente entre 4 y 10º a cada lado, según tipo de marcha y velocidad.

Desplazamiento lateral de la pelvis simultáneo a las rotaciones
El desplazamiento lateral es más pronunciado cuando la pelvis es grande. La sincronía de movimientos de la cadera y de la rotación de la pelvis no parece influenciada por el sexo ni la edad del individuo, aunque las variaciones interindividuales son muy marcadas. La relación entre la longitud del paso y la elevación vertical de la pelvis responde a un determinismo mecánico. Una pérdida de sincronía conlleva graves alteraciones de la marcha y aumenta considerablemente el gasto energético.

Extensión de cadera en el plano sagital
La extensión de cadera en el plano sagital depende de la longitud del paso y por ello varía en función de la altura del sujeto, de la longitud del paso que ejecuta y de su velocidad de desplazamiento. Un valor medio en extensión se sitúa alrededor de 10º si los pasos son cortos o hasta 15º si el paso se alarga. 
La capacidad de extender la cadera parece ser la amplitud articular que se pierde con más frecuencia al avanzar la edad; por tanto, es lo que conviene preservar el mayor tiempo posible.

Consejos de cinesiterapia basados en los conocimientos actuales
Los desplazamientos de la pelvis son esenciales en la marcha bípeda. Debido a su complejidad, no se pueden explicar a las personas con disfunción de la marcha. Por ello, es preferible hacer percibir y después automatizar los dos movimientos esenciales del desplazamiento de la pelvis: desplazamiento lateral y rotación.
El individuo que nunca ha tenido conciencia de los movimientos de su pelvis cuando estaba sano, no es capaz de reinventarlos cuando padece un trastorno. Así pues, parece importante seguir la siguiente conducta:
  • Restaurar el hábito de los desplazamientos laterales de la pelvis, primero in situ desplazándose de una cadera a otra, con ayuda si es necesario.
  • Devolver la capacidad de realizar rotaciones alternas, tomando cada vez como punto fijo una cadera distina.
Un entrenamiento eficaz se debe basar en el conocimiento de las actividades motrices de individuos sanos. Una vez obtenidos los movimientos de la pelvis, las otras acciones vienen encadenadas.

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